El abuso del alcohol en
América
Latina tiene como prevalencia entre el 4 y el 24 % de la
población adulta y existen actualmente unos
25 millones de alcohólicos con el triste Vaticinio de que
en año superiores la cifra supere los 38 millones de
personas
Existen sin embargo otras formas de alcoholismo
que son realmente manifestaciones secundarias de afectaciones
subyacente que preceden a la toxicomanía y que
desempeña un papel importante en su patogenia se trata del
alcoholismo que puede instalarse en un paciente
esquizofrénico, en un paciente con una demencia
arteriosclerosis o en un paciente con una personalidad
antisociales estos tres ejemplos de alcoholismos secundario las
características mas relevante no es tanto la perdida de
libertad ante
el toxico sino la falta de critica o indiferencia ante las
consecuencias de su consumo
inadecuado, actitud
explicada por la afección deteriorante subyacente como
ocurre en el esquizofrénico.
Existe actualmente consenso mundial acerca de que el
alcoholismo es la significativa toxicomanía de nuestros
días, es una de la identidades de mas compleja patogenia y
de mayor polimorfismo en su expresión biosicosocial, lo
que plantea relevante obstáculos a dos de las mas
importantes gestiones implícita en su atención integral: la prevención, y
cuando ella no ha sido factible, el diagnostico y el tratamiento
precoz.
Actualmente esta enfermedad representa en muchos
países el problema de salud de mayor
significación socio económico y medico social.
Especial atención se le dedica a la repercusión del
alcoholismo sobre la familia y
se destaca como consecuencia más frecuente el desajuste
familiar, la separación conyugal así como la
disgregación y degradación familiar
La prevención del alcoholismo resulta la
opción idónea toda vez que el pronóstico de
dicha afección una vez establecida es muy desfavorable. La
programación de la prevención de
esta toxicomanía exige el
conocimiento profundo de sus mecanismos patogénicos.
La divulgación sanitaria, gestión
priorizada por el medico de la familia, es uno
de los mas efectivo recursos en la
prevención de las toxicomanía en general y del
alcoholismo en particular.
La pobre definición popular del concepto de
alcoholismo, las importantes defensa del alcohólico para
aceptar la condición de enfermo, el reclamo tardío
de asistencia, y el frecuente rechazo de los facultativos ante el
paciente alcohólico, representa importantes
obstáculos para el desarrollo
exitoso de la tensión especifica de esta afección.
La valoración de los aspectos generales de la
relación medico paciente en la situación
terapéutica con el alcohólico evidencia
especificidades de gran significación cuyo conocimiento
facilita el desarrollo de dicha gestión
profesional.
Desde época remota el uso del alcohol se a
asociado con actividades y ritos religiosos de las antiguas
comunidades tanto en Europa como en
Asia y
América
Latina. La prevalencia de alcoholismo varia en los diferentes
países, donde comienza la mayor a beber entre los 15 y 24
años de edad, siendo el sexo masculino
de 35 a 44 años y es el de mayor prevalencia.
Son innumerables las consecuencias que trae el
alcoholismo. En el curso de un año, el alcohol se
relaciona con 25 mil fatalidades de tránsito, 15 mil
suicidios y 20 mil muertes por enfermedades asociadas, se
asocia además con perdidas aproximadas en salario de 430
millones de dólares, 18 millones de delitos
criminales, 31 millón de gasto hospitalarios, 25 millones
de alimentación en cárceles, por otro
lado la adicción alcohólica se considera como la
responsable mundial de la reducción de 12 años de
expectativa de vida en el ser humano.
Problema de
investigación
¿Qué nivel de conocimiento existe sobre
los danos físicos y psíquicos que ocasionan en la
población atendida en el área de salud
perteneciente al policlínico 2 del municipio Trinidad la
ingestión de alcohol?
PREGUNTAS DE INVESTIGACION
¿Es la falta de conocimiento sobre los
daños físicos y psíquicos ocasionados
por el alcohol, la causa del uso excesivo de esta
droga?¿Que causas condicionan la ingestión
excesiva del alcohol en la población perteneciente al
área de salud del Policlínico 2 ubicado en
nuestro Municipio?
OBJETIVOS:
GENERAL:
ORIENTAR A LA POBLACION SOBRE LOS DAÑOS QUE
OCASIÓNA EL CONSUMO EXCESIVO DEL ALCOHOL.
ESPECIFICOS:
1.- CARACTERIZAR LOS CONSUMIDORES DE ALCOHOL
SEGÚN SEXO, EDAD, ESTADO CIVIL,
PROFESIÓN, OCUPACIÓN Y GRADO ESCOLAR.
2.- IDENTIFICAR EL CONOCIMIENTO QUE EXISTE EN LA
POBLACION SOBRE LOS DANOS FISICOS Y PSIQUICOS OCASIONADOS POR LA
INGESTION DE ALCOHOL.
JUSTIFICACION DEL ESTUDIO:
El alcoholismo representa uno de los problemas de
mayor connotación social, existiendo diversas zonas
vulnerables, condicionado por el alto nivel adquisitivo de las
personas relacionadas con el turismo y la
expedición del mismo en diversos puntos de venta, por lo que
las actividades deben estar encaminadas al accionar sobre las
labores de promoción y prevención del consumo
abusivo del alcohol.
DESARROLLO
El alcoholismo.
Dependencia física y psíquica
El alcohol es una de las drogas de
venta legal que se consumen con más frecuencia en nuestro
entorno sociocultural. Es un depresor del sistema nervioso
central y sus efectos dependen de factores como la edad, el
peso, el sexo o la cantidad y velocidad con
que se consume. El abuso de alcohol conduce al alcoholismo o
dependencia del alcohol, enfermedad crónica producida por
el consumo prolongado y en exceso de alcohol etílico. El
alcoholismo es un problema muy grave en muchos países, que
supone un coste personal, social
y sanitario muy elevado.
El alcoholismo consiste en un consumo excesivo de
alcohol de forma prolongada con dependencia del mismo.
Es una enfermedad crónica producida por el
consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual
interfiere en la salud física, mental,
social y/o familiar así como en las responsabilidades
laborales.
El alcoholismo es una dependencia con
características de adicción a las bebidas
alcohólicas. Se caracteriza la constante necesidad de
ingerir sustancias alcohólicas. Así como por la
pérdida del autocontrol, dependencia física y
síndrome de abstinencia.
El alcoholismo supone un serio riesgo para la
salud que a menudo conduce a la muerte como
consecuencia de afecciones de tipo hepática, hemorragias
internas, intoxicación alcohólica, accidentes o
suicidio.
El alcoholismo no está fijado por la cantidad
ingerida en un periodo determinado de tiempo:
personas afectadas por esta enfermedad pueden seguir patrones muy
diferentes de comportamiento, existiendo tanto
alcohólicos que consumen a diario, como alcohólicos
que beben semanalmente, mensualmente, o sin una periodicidad
fija. Si bien el proceso
degenerativo tiende a acortar los plazos entre cada
ingesta.
Las bebidas alcohólicas contienen porcentajes
variables de
alcohol en peso, según indica su etiqueta: las cervezas,
del 4% al 10%; los vinos, del 10% al 18%; los aperitivos y
licores suaves, del 20% al 25%; y los licores fuertes, del 35% al
45% (es decir, 100 ml de whisky contienen aproximadamente 40
gramos de etanol). Una vez ingerido el alcohol pasa a la
circulación sanguínea. Su absorción se
realiza sobre todo a nivel del intestino delgado y es mayor
cuando la persona
está en ayunas. Hasta un 10% del alcohol presente en la
sangre se
elimina por la orina, el sudor y la evaporación a
través de los alveolos pulmonares. Esto último
permite realizar mediciones en el aire espirado
(alcoholímetros de espiración). El 90% restante se
metaboliza en el hígado a razón de 10 gramos por
hora. El método
más preciso para determinar la alcoholemia se basa en un
análisis de sangre. Además, existe
variabilidad individual en la sensibilidad al alcohol, por lo que
una misma dosis produce un grado de alcoholemia distinta en
diferentes personas.
Conducir ebrio es la causa de más del 50% de los
accidentes de tráfico, por lo que las legislaciones de
muchos países están limitando la alcoholemia
máxima tolerable. A partir de 0,5 g/l los trastornos del
comportamiento son evidentes, con 2,0 se produce un sueño
profundo (coma etílico) y con 3,0 la muerte
Unidades de alcohol, sistema de
unidades aplicado a los diferentes tipos y cantidades de bebidas
alcohólicas, que se centra en la fuerza del
contenido de alcohol en cada una de ellas. El alcohol
actúa en los centros superiores del cerebro
reduciendo las inhibiciones de tipo social, la angustia y el
sentido de responsabilidad. Esto permite al bebedor
comportarse de una manera más desinhibida,
preocupándose menos de las consecuencias de sus acciones. El
alcohol también disminuye la conciencia, por
lo que quien bebe no puede apreciar la disminución de sus
habilidades o capacidad de juicio.
Es muy fácil abusar del alcohol, por lo que es
importante tener una medida de consumo. Uno de estos sistemas, llamado
unidades, se utiliza en distintos países. Debido a que no
existe una normalización del contenido en alcohol de
las bebidas o del volumen de una
'copa' estándar, este sistema no es aplicable
universalmente.
Este sistema de unidades se basa en un 'copa'
estándar que contiene unos 8 gramos de etanol (alcohol
puro). Esto es lo que se llama una unidad de alcohol. Una
caña de cerveza de tipo
medio, un vaso de vino o una medida de bebida alcohólica
de 70 grados equivaldría a una unidad de bebida. Por
supuesto, hay una cierta disparidad en cuanto al contenido de
alcohol entre las diferentes marcas. La sidra,
por ejemplo, suele ser más fuerte que una cerveza tipo
lager. En España es
más habitual, para calibrar el consumo de alcohol,
referirse al consumo en gramos de alcohol al día o a la
semana. Clásicamente se ha considerado un consumo alto y
excesivo de alcohol aquel que supera los 420 g de alcohol
semanales. Sin embargo las evidencias
epidemiológicas sitúan el límite de riesgo
para la salud en cifras equivalentes a 30-40 gramos por
día para los varones y en 20-30 g para las
mujeres.
Efectos de la
variación de las concentraciones de alcohol en la
sangre
ALCOHOL EN LA SANGRE | EFECTOS SOBRE UN BEBEDOR MODERADO DE | ||||||||||||||||||||
20 | Se siente bien. Mínimo o nulo | ||||||||||||||||||||
40 | Capaz de 'dejarse ir' socialmente, se | ||||||||||||||||||||
60 | El juicio queda disminuido. Incapaz | ||||||||||||||||||||
80 | Pérdida definitiva de la | ||||||||||||||||||||
100 | Tendencia a perder el control | ||||||||||||||||||||
160 | Obviamente embriagado. Posiblemente | ||||||||||||||||||||
300 | A menudo, incontinencia | ||||||||||||||||||||
500 | Susceptible de morir si no recibe |
El consumo excesivo y prolongado de esta sustancia va
obligando al organismo a requerir cantidades crecientes para
sentir los mismos efectos, a esto se le llama "tolerancia
aumentada" y desencadena un mecanismo adaptativo del cuerpo hasta
que llega a un límite en el que se invierte la supuesta
resistencia y
entonces "asimila menos", por eso tolerar más alcohol es
en sí un riesgo de alcoholización.
Los tratamientos contra el alcoholismo incluyen programas de
desintoxicación realizados por instituciones
médicas. Esto puede suponer la estancia del paciente
durante un periodo indeterminado, (quizás varias semanas),
bajo tutela en
hospitales especializados donde puede que se utilicen
determinados medicamentos para evitar el síndrome de
abstinencia. Después del período de
desintoxicación, puede someterse al paciente a diversos
métodos de
Terapia de grupo o
psicoterapia
para tratar problemas psicológicos de fondo que hayan
podido llevar al paciente a la dependencia. Además, se
puede apoyar el programa con
terapias que inciten al paciente a repugnar el alcohol mediante
fármacos como el Disulfiram, que provoca fuertes y
repentinas resacas siempre que se consuma alcohol.
La terapia nutricional es otro tratamiento. Muchos
alcohólicos tienen síndrome de resistencia a la
insulina, un desorden metabólico debido al cual el cuerpo
no regula correctamente el azúcar
causando un suministro inestable a la circulación
sanguínea. Aunque este desorden se puede tratar con una
dieta hipoglucémica, esto puede afectar a su
comportamiento y su estado anímico. Estos síntomas
son efectos secundarios que se observan a menudo en
alcohólicos sometidos bajo tratamiento de
desintoxicación. Los aspectos metabólicos del
alcoholismo, a menudo se pasan por alto dando como resultado
tratamientos de dudosos resultados.
Los efectos nocivos del alcohol pueden manifestarse a
corto plazo, en dependencia de cantidad que se haya bebido y de
otros factores relacionados con el nivel que se alcanza en
sangre.
Todas las personas que beben alcohol (sidra, vino,
aguardiente, ron), pueden llegar a la dependencia. Resulta muy
difícil comprender los daños que ocasiona el
alcohol sino nos remitimos a la bioquímica; es decir; qué ocurre con
cualquier preparado alcohólico que penetre en nuestro
cuerpo.
En el hígado el alcohol se transforma en una
sustancia altamente tóxica (acetal-debido), metabolito
intermedio responsable del estado de embriaguez, el cual por
acción
de una enzima se convierte en acido acético y acetil
coenzima A. El ácido acético es la materia prima
para la formación de colesterol, conocido por el daño
que ocasiona en las arterias y en todo el organismo.
El hígado procesa una cantidad equivalente a diez
centímetros cúbicos de alcohol puro en una hora, el
consumo por encima perjudica la funcionabilidad del mismo. Cuando
este fenómeno ocurre aparece la tetraquanalona (THQ), que
se almacena en el cerebro, es la responsable de la avidez que
desarrolla el enfermo una vez que ingiere el primer trago y que
le impide parar de tomar de un modo insaciable.
Según diversos autores esta enfermedad es
incurable, crónica y progresiva. El deseo de beber siempre
reaparece y el paciente durante la recaída reestablece
patrones propios de consumo.
Hay dos tipos de dependencia en esta adicción: la
física y la psicológica. La dependencia
física se revela por sí misma, cuando se interrumpe
la ingesta de alcohol, con síntomas muy claros como la
tolerancia, cada vez mayor, al alcohol y enfermedades asociadas a
su consumo.
El efecto directo del alcohol en el sistema nervioso
son la depresión,
como resultado de la disminución de la actividad, la
ansiedad, tensión e inhibiciones. Incluso un
pequeño nivel de alcohol dentro del cuerpo enlentece las
reacciones. La concentración y el juicio empiezan a
empeorar. En cantidades excesivas, el alcohol produce una
intoxicación y envenenamiento.
El alcohol también afecta a otros sistemas
corporales. Puede aparecer una irritación del tracto
gastrointestinal con erosiones en las paredes del estómago
debidas a las náuseas y vómitos. Las vitaminas no
se absorben bien, y esto ocasiona deficiencias nutricionales en
los alcohólicos de larga evolución. También ocasiona
problemas en el hígado (cirrosis
hepática).
El sistema
cardiovascular se ve afectado por cardiopatías.
También puede aparecer una alteración sexual
causando una disfunción en la erección del pene en el hombre y
una desaparición de la menstruación en la mujer. El
consumo de alcohol durante el embarazo puede
causar problemas en el desarrollo del feto,
produciendo el llamado síndrome fetal del
alcohol.
El desarrollo de la dependencia del alcohol puede
ocurrir entre los 5 y 25 años siguiendo una
progresión. Primero se desarrolla la tolerancia alcohol.
Esto ocurre en personas que son capaces de consumir una gran
cantidad de alcohol antes de que se noten los efectos
adversos.
Después de la tolerancia aparecerán los
lapsus de memoria. Más tarde aparece la falta del control
de beber, y la persona afectada no puede permanecer sin beber, lo
necesita para desarrollar su vida diaria.
El problema más serio de los bebedores son las
complicaciones físicas y mentales. Algunas personas son
capaces de conseguir un control sobre su dependencia en las fases
tempranas antes de la total pérdida del control. Entre los
factores psicológicos se incluyen: la necesidad de
consuelo para la ansiedad, conflictos en
las relaciones personales, baja estima personal,
etc…
A diferencia de la desintoxicación de
opiáceos como la heroína, la cual puede ser muy
desagradable, y en raras ocasiones con fatales consecuencias,
dejar el alcohol puede llegar a matar al enfermo si no tiene un
tratamiento médico adecuado. El método
farmacológico de desintoxicación para
alcohólicos se basa en el hecho de que el [alcohol],
barbitúricos y benzodiazepinas provocan efectos bastante
similares en el cerebro, y por lo tanto, unos pueden sustituir a
los otros. Debido a que las benzodiazepinas son las drogas
más seguras de las tres, se interrumpe la ingestión
de alcohol que se substituye por alguna benzodiazepina de larga
duración, como por ejemplo el Valium® con el fin de
controlar el síndrome de abstinencia.
Otros fármacos que se emplean para el tratamiento
del alcoholismo son Disulfiram y Naltrexone. Se emplean para
mejorar el acatamiento del régimen de abstinencia y
estándares de la farmacopea tales como anti-depresivos,
ansiolíticos y otros psicotrópicos que se usan para
tratar desórdenes profundos en el estado
anímico, neurosis y
psicosis
asociadas a los síntomas que padecen los
alcohólicos.
Se considera un consumo excesivo diario, 40 gramos de
alcohol en hombres, debido a su mayor tolerancia al alcohol, y 20
gramos de alcohol en mujeres.
No hay una causa definida del alcoholismo pero hay
factores que pueden jugar un papel en su desarrollo. Es
más probable el desencadenamiento de un alcoholismo en las
personas con algún familiar alcohólico que en otras
que no lo tienen. No se conoce la razón, que puede
encontrarse en anomalías genéticas o
bioquímicas. Es por ello que las personas convivientes con
pacientes alcohólicos se convierten en riesgo
inmediatamente y precisamente por esta razón, es
significativa la repercusión social ya sea en el hogar,
centro estudiantil o laboral y en el
grupo de amigos y vecinos.
Estado de
embriaguez. Su repercusión social
Los problemas
sociales que se derivan del alcoholismo pueden incluir la
pérdida del puesto de trabajo,
problemas financieros, conflictos conyugales y divorcios,
condenas por crímenes tales como conducción bajo la
influencia del alcohol, desórdenes públicos o
maltratos, marginación, falta de respeto de gente
que llega a ver al alcoholismo como un mal que el
alcohólico se inflige a sí mismo y que ven como
fácilmente evitable.
Estudios exhaustivos, incluyendo los del doctor Wayne
Kritsberg muestran que el alcoholismo no sólo afecta a los
alcohólicos sino que puede afectar profundamente a los
familiares que estén a su alrededor. Los hijos de
alcohólicos pueden verse afectados incluso después
de alcanzar la madurez. Esta situación se la conoce
habitualmente con el nombre de "The Adult Children of Alcoholics
Syndrome". ALANON, ofrece ayuda a amigos y familiares miembros de
familias alcohólicas.
En los colegios sobre todo a nivel de secundaria se
presenta gravemente este problema, cada vez es más baja la
edad en que se inician en el consumo del alcohol y muchos es
sólo para mostrar "valor" ante
sus amigos.
El hombre se
coloca a la cabeza del perjudicial consumo, justificado por
criterios socioculturales de libertad y superioridad, existen mas
bebedores hombres que mujeres.
Cuando el paciente se reconoce como alcohólico,
la familia debe aceptarlo como enfermo y con esta
convicción solicitar la atención médica en
cualquier centro asistencial.
Los factores sociales incluyen: la facilidad de consumo
de alcohol, la aceptación social del consumo de alcohol,
estilos de vida inadecuados. Los programas educativos sobre el
alcohol dirigidos a los niños y
adolescentes y
a sus familiares pueden ser de gran utilidad. Los
hábitos sociales correctos son fundamentales para la
prevención de su abuso.
El alcoholismo es un problema de salud, con un gran
impacto social, el paciente alcohólico se encuentra
implicado en más de la mitad de accidentes de
tráfico y muertes accidentales. Un alto porcentaje de
suicidios se cometen combinando el alcohol con otras sustancias,
y hay muchas muertes relacionadas con el alcoholismo por las
complicaciones vinculadas con la enfermedad.
Los grupos riesgos
más comunes son los hijos de padres alcohólicos,
personas que por su trabajo se relacionan con bebidas y las
pueden ingerir con facilidad, personas sometidas a grandes
situaciones de stress, con
carencias materiales,
desvinculados laborales, miembros de familias con ausencia de
valores y
personas con desamparo filiar.
El alcoholismo favorece la manifestación de
intentos suicidas y suicidios consumados. Son un grupo de riesgo
para contraer la tuberculosis, el
peligro de contagio es evidente dada a la higiene
deficitaria de los vasos en los lugares donde se vende el ron. La
relajación de patrones ético- morales llevan a la
promiscuidad y conducta
irresponsable, favorece la proliferación de sífilis,
blenorragia, condilomas y SIDA.
Por lo antes expuesto el alcoholismo altera y limita la
incorporación social de la persona y entorpece las
diversas relaciones
interpersonales del sujeto, así como sus estilos de
vida cotidiana y motivaciones.
La expectativa mundial por vida para sufrir en
algún momento un problema de salud relacionado con el
abuso o dependencia de sustancia que afectan el comportamiento
llega prácticamente al 10 % de la actual población
mundial, hablamos de no menos de 600 millones de habitantes y si
sumamos a dicha cifra la totalidad de personas que
sufrirán las consecuencias directa de un consumo
responsable de estas sustancias sin ser propiamente adictos las
cifras alcanzan mil millones, pero si tomamos en cuenta la que
sufrirán terribles consecuencia como familiares y
convivente en el curso de presente siglo se afectara de no ser
efectiva las medidas preventivas que se tomen, la tercera parte
la población del planeta, que rondaría entonces los
7 mil millones de habitantes.
El alcoholismo parece ser producido por la
combinación de diversos factores fisiológicos,
psicológicos y genéticos. Se caracteriza por una
dependencia emocional y, a veces física, del alcohol. El
alcohólico pertenece a cualquier estrato
socioeconómico, raza y sexo, y aunque afecta más a
los varones adultos, su incidencia está aumentando entre
las mujeres y los jóvenes.
La dependencia del alcohol no solo
ocasiona trastornos de salud, sino que también puede
originar dificultades en las relaciones familiares,
pérdida del trabajo o incremento del riesgo de sufrir
accidentes de tráfico. El alcoholismo se convierte,
además, en un grave problema para el círculo social
que rodea al enfermo. En algunos países se ha tratado,
para controlar el abuso del alcohol, de aprobar leyes que
castiguen su consumo y prohíban la distribución de bebidas alcohólicas
a menores de edad.
El alcoholismo, a diferencia del simple
consumo excesivo o irresponsable de alcohol, ha sido considerado
en el pasado un síntoma de debilidad de carácter, estrés
social o psicológico, o un comportamiento aprendido e
inadaptado. Recientemente, y quizá de forma más
acertada, el alcoholismo ha pasado a ser definido como una
enfermedad compleja en sí, con todas sus consecuencias.
Los primeros síntomas, muy sutiles, incluyen la
preocupación por la disponibilidad de alcohol, lo que
influye poderosamente en la elección, por parte del
enfermo, de sus amistades o actividades. El alcohol se considera,
cada vez más, una droga que
modifica el estado de ánimo, y menos una costumbre social
o un rito religioso.
Al principio, el alcohólico puede
aparentar una alta tolerancia al alcohol, consumiendo más
y mostrando menos efectos nocivos que la población normal.
Más adelante, sin embargo, el alcohol empieza a cobrar
cada vez mayor importancia en las relaciones personales, el trabajo, la
reputación, e incluso la salud física. El paciente
pierde el control sobre el alcohol y es incapaz de evitarlo o
moderar su consumo. Puede llegar a producirse dependencia
física, lo cual obliga a beber continuamente para evitar
el síndrome de abstinencia.
El alcoholismo.
Diagnóstico y sintomatología
El alcoholismo es una enfermedad producida por la
ingestión excesiva y habitual de alcohol etílico,
se producen deterioraciones físicas y psíquicas,
altera y limita la incorporación social de la persona, hay
dependencia psíquica y fisiológica.
Atraviesa por diferentes periodos:
1. Inicial: Ingestión excesiva y
episódica de bebidas alcohólicas, en fiestas,
para atenuar síntomas psíquicos y terminan con
la habituación.2. Intermedio: Se adiciona a la
dependencia psicológica, la dependencia física
(no consigue dormir, temblor en los dedos), deterioro de la
persona, no hay regulación voluntaria, ingiere
cualquier tipo de alcohol, se altera la personalidad, la
jerarquía de motivos, perdida del interés
laboral, por la familia.3. Final: Alcohólico
crónico, se inicia con la intolerancia al alcohol, se
embriaga con pequeñas dosis, se acorta la vida, se
deteriora el intelecto, hay falta de crítica,
problemas de memoria, relajación de los patrones
ético-morales. Lleva a la demencia alcohólico.
La ingestión crónica de
alcohol puede lesionar el sistema nervioso central de forma
irreversible. Se producen trastornos amnésicos
persistentes que ocasionan problemas de aprendizaje
(síndrome de Korsakoff), ataxia asociada a
confusión y parálisis ocular (síndrome de
Wernicke), alteraciones graves de la memoria,
demencia crónica y trastornos psiquiátricos, como
ansiedad, alucinaciones, delirios y alteraciones del estado de
ánimo (tristeza). La ingestión aguda produce,
además, trastornos de la coordinación, el equilibrio, el
sueño y episodios de amnesia. Las lesiones del sistema
nervioso periférico, como hormigueos, parestesias y
entumecimiento de las extremidades, se relacionan con el
déficit de vitamina B1.
La ingesta de alcohol puede lesionar
también el músculo cardiaco, originando arritmias e
insuficiencia cardiaca. Casi un tercio de los casos de
miocardiopatías se deben al abuso de alcohol. A veces, se
desarrolla una forma típica de hipertensión, que es una causa importante
de apoplejía (accidente cerebrovascular).
Otros efectos del alcohol sobre el
organismo son las alteraciones de las células de
la sangre (anemia), la
amenorrea y los abortos en la mujer, y la
atrofia testicular y la disminución de la capacidad de
erección en el hombre.
Al realizar un examen toxicológico del nivel de
alcohol en la sangre se confirma la reciente ingestión de
alcohol (lo que no necesariamente confirma un
alcoholismo).
También se realizan tests de función
del hígado incluyendo las fosfatasas alcalinas, que se
encuentran anormalmente elevadas. Esta enfermedad también
puede alterar los resultados de los siguientes tests:
Ácido úrico.
Osmolaridad de orina.
Test de suero de magnesio.
Cuerpos cetónicos en la orina.
Recuento absoluto de eosinófilos.
Estas alteraciones pueden favorecer la aparición
de los siguientes síntomas
Necesidad diaria o frecuente de alcohol para su
función diaria.
Pérdida de control con incapacidad de interrumpir
o reducir el consumo de alcohol.
Bebedor solitario.
Dar excusas para beber.
Episodios de pérdida de memoria asociados al
consumo de alcohol (ausencias negras).
Episodios de violencia
asociados al consumo de alcohol.
Deterioro en las relaciones sociales y familiares y en
la responsabilidad laboral.
Absentismo laboral.
Inexplicable mal genio.
Conducta que tiende a esconder el
alcoholismo.
Hostilidad al hablar de la bebida.
Negarse a la ingesta de alimento.
Negar la apariencia física.
Nauseas.
Vómitos.
Vacilación por las mañanas.
Dolor abdominal.
Calambres.
Entorpecimiento y temblores.
Enrojecimiento y capilares de la cara dilatados
(especialmente en la nariz).
Confusión.
Temblores e incontroladas sacudidas del
cuerpo.
Cansancio y agitación.
Insomnio.
Pérdida de apetito e intolerancia a toda la
comida.
Confusión.
Alucinaciones.
Taquicardia.
Sudores.
Convulsiones.
Problemas en la lengua.
Lagrimeo.
Desvanecimiento.
El síndrome de abstinencia puede
aparecer unas horas después de interrumpir el consumo de
alcohol, después de un periodo de abuso prolongado. Los
síntomas, como nauseas, sudoración, temblores,
ansiedad e insomnio, se hacen más intensos entre el
segundo y el tercer día y mejoran dos o tres días
después. El delirium tremens es una complicación
rara y grave de la abstinencia que se caracteriza por un estado
de confusión (delirio) con alucinaciones
terroríficas y un estado de excitación
importante.
Se ha demostrado que la
ingestión de alcohol durante la gestación, incluso
en cantidades moderadas, puede producir daños graves en el
feto, en especial retraso en el desarrollo físico y
mental, cuya forma más grave recibe el nombre de
"síndrome de alcoholismo fetal". Además, algunos
bebés expuestos al alcohol durante la maduración
fetal presentan después problemas de conducta, trastornos
de la atención, o dificultades para el pensamiento
abstracto.
El alcoholismo es un problema que
necesita atención específica y no se debe
considerar secundario a otro problema subyacente. Existen
clínicas especializadas para su tratamiento y unidades
específicas en los hospitales generales y
psiquiátricos. A medida que la sociedad se
conciencia de la verdadera naturaleza del
alcoholismo, disminuye su consideración como estigma
social, los enfermos y sus familias lo ocultan menos y el
diagnóstico no se retrasa tanto. Los
tratamientos son más precoces y mejores, lo que
está produciendo tasas de recuperación elevadas y
esperanzadoras.
Además de resolver las
complicaciones orgánicas y los cuadros de abstinencia, el
tratamiento consiste en un proceso de rehabilitación que
precisa consejos y entrevistas
individualizados e, incluso, hospitalización, así
como técnicas
de terapia de grupo encaminadas a conseguir una abstinencia no
forzada de alcohol y otras drogas.
Anexos
ANEXO 1
Se realizara una entrevista a
pacientes alcohólicos, objeto de estudio de nuestra
investigación y a familiares:
Datos generales del paciente (nombre, edad, sexo, nivel
escolar, ocupación)
Personas que conviven con el sujeto objeto de estudio de
nuestra investigación.
Estilo de vida y hábitos del paciente.
Dias de la semana que se encuentra en estado de
embriaguez.
Grupo de amigos ( vecinos, compañeros de trabajo
o familiares).
Lugares que frecuenta para consumir esta
droga.
Nivel adquisitivo.
Relaciones interpersonales.
Ambiente familiar.
Desempeño laboral.
Conducta social.
Autovaloración.
Critica de la enfermedad.
ANEXO 2
Responda si o no a las siguientes preguntas:
1. ¿Ha tratado alguna vez de dejar de
beber durante una semana mas sin haber cumplido el
plazo?
Si___________ No_________
2. ¿Le fastidian los consejos de otras
personas en cuanto a su forma de beber?
Si___________ No_________
3. ¿Le gustaría que dejasen de
entrometerse en sus asuntos?
Si___________ No_________
4. ¿Ha cambiado de una clase de bebida a
otra con objeto de evitar emborracharse?
Si___________ No_________
5. ¿Tiene envidia de las personas que
pueden beber sin meterse en líos?
Si___________ No_________
6. ¿Ha causado su forma de beber
dificultades en casa?
Si___________ No_________
7. ¿Trata usted de conseguir ¨
tragos extras ¨ en las fiestas por temor de no tener
suficiente?
Si___________ No_________
8. ¿A tenido algún problema
relacionado con la bebida la semana pasada?
Si___________ No_________
9. ¿Se ha tenido que tomar algún
trago al levantarse por la mañana la semana
pasada?
Si___________ No_________
10. ¿Considera usted que es la
ingestión diaria de alcohol, una
enfermedad?
Si___________ No_________
Referencia
bibliográfica
1)-Alonso, F:Bases psicosociales del
alcoholismo. Trabajo de inscripción en la real Academia
Nacional de Medicina,
Madrid,
España, 2001.P.15.
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Autor:
Lic. Yahima Hernandez
Fernandez
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